Thelma y Louise es una película estadounidense de género road movie estrenada el 22 de noviembre de 1991, ideada y escrita por Callie Khouri, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Geena Davis, como Thelma, y Susan Sarandon, como Louise. Otros intérpretes son Harvey Keitel, en el papel de un detective que investiga los crímenes de las dos fugitivas; Michael Madsen, como el novio de Louise; Christopher McDonald, como el marido de Thelma, y Brad Pitt (en su primer papel importante en Hollywood), como el ladrón que engaña a las dos mujeres. La película ganó un Óscar en 1991 al mejor guion original.
La historia estuvo a punto de no ver la luz, ya que su guion suscitaba una importante desconfianza entre un buen número de productores y directores. Principalmente, era la temática abordada lo que costaba que los estudios aceptaran, en particular, la antológica escena final que contrastaba con el final feliz clásico de Hollywood. Incluso cuando se estrenó, la película generó una intensa polémica en Estados Unidos, básicamente porque mostraba a dos heroínas que respondían con armas a la violencia machista. Sin embargo, la cinta, situada en la intersección de varios géneros cinematográficos, hoy es considerada un clásico que ha llegado a influir en otras películas y obras de arte y se ha convertido en un hito del movimiento feminista. En 2016 la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos seleccionó Thelma & Louise para ser preservada en el National Film Registry por ser «cultural, histórica o estéticamente significante».
El guion deThelma y Louise fue escrito por Callie Khouri, quien recibió el Óscar al mejor guion original en 1991. Khouri quiso mostrar a dos mujeres en un género hasta entonces exclusivamente masculino. La idea le vino al considerar que las películas estadounidenses no creaban buenos papeles para mujeres, en particular de aquellos que permiten a los personajes tomar sus propias decisiones y controlar su propio destino.
Quería escribir algo que nunca antes hubiera sido llevado al cine. En tanto que cinéfila, he sido alimentada por el papel pasivo de las mujeres. No conducían nunca la historia porque no conducían nunca el coche.
La guionista se integró mucho en la creación de la película, hasta el punto de ser llamada la «tercera mujer» de Thelma y Louise. Colaboró estrechamente con Ridley Scott durante la preproducción, participó en la elección de los actores y estuvo presente durante el rodaje. También influyó en las partes del guion retenidas, logrando mantener las secuencias que más deseaba, sobre todo la de la violación y la escena final.
Temas de la película
La libertad
Una de las sensaciones que se desprende de la película es el sentimiento de libertad. Las dos heroínas deciden escaparse, durante un fin de semana, de la monotonía cotidiana, de la pesadez de la pareja y del horizonte limitado de la ciudad, viajando en coche y atravesando grandes espacios desérticos y paisajes naturales sublimes. Al principio se trata de liberarse temporalmente de las cocinas respectivas (la de casa para Thelma y la profesional para Louise), con «solo la necesidad de un poco de aire y de ver el país». Este aspecto también comporta la libertad de dejarse ir, de beber alcohol, de divertirse, como querer atrapar el tiempo perdido. O incluso conocer por primera vez la satisfacción de una relación sexual, ya que el acceso a la libertad también se puede considerar erótico.
Las dos mujeres se meten poco a poco en el engranaje que las empuja igualmente a saltarse las leyes y a sentir el placer de hacerlo, hasta cometer crímenes en una manera de «desesperación alegre».
Sin embargo, esta libertad será de corta duración. Scott muestra que la América prometedora de libertad, de los mitos y leyendas, con cielo azul y verdes llanuras, no lo es para todos. Esta distancia entre promesa y difícil realidad da a la película su mordacidad y su rasgo incisivo en cuanto a las verdades y los límites del «sueño americano».
La violación
El tema de la violación está omnipresente en la película. Es la secuencia fundamental sobre la que descansa toda la trama, ya que transforma una simple salida de recreo en una dramática huida a través de los Estados Unidos.
Hacia el final de la película, Thelma pregunta a Louise si piensa llegar a un acuerdo con Hal, el policía que las persigue. Efectivamente, por teléfono, este utiliza su información sobre «lo que pasó en Texas», presumiblemente una violación, para tratar de persuadir a Louise y hacerle entender que comprende su actitud, intentando al mismo tiempo tenerla el máximo de tiempo posible al teléfono para localizarla.
Este tema conlleva igualmente el de la venganza. Si el asesinato de Harlam fue en cierto modo accidental —aunque significara la venganza de Louise contra el hombre que la violó en el pasado, punto clave para entender su reacción—, Louise y Thelma desarrollan una venganza consciente contra los pilares básicos de la sociedad en general.
Tras el asesinato, Thelma se deleita nerviosamente con la muerte de Harlam, ridiculiza sus gestos y expresiones y admite alegrarse de lo ocurrido, hasta el punto de lamentar no haber disparado ella misma. Por su parte, Louise intenta borrar de su memoria la violación consumada años atrás en Texas. Esto es una característica de su personaje, y es evocado durante toda la película. Hay quien ha considerado a Thelma y Louise como una película sobre la violación. Y desde esta perspectiva representa un feminismo crítico y resistente.
La emancipación y autorrealización
Un tercer tema de la película es el de la emancipación femenina, la Pirámide de las necesidades de Maslow, la toma de control de las mujeres sobre su vida, el empowerment. Thelma y Louise son confrontadas a acontecimientos que las empujan a elegir otra vida. Esta toma de control sobre su cuerpo y su vida pasa por la reapropiación del revólver, un objeto que ocupa un papel central en la mitología americana como instrumento de autonomía. La emancipación es igualmente una característica del personaje de Thelma, que se ve transformada a lo largo de la película.
Algunos destacan que esta autorrealización pasa por la toma de conciencia de las heroínas de la fatalidad que asumen precisamente porque han combatido, con «una energía sucia», el engranaje, su peso y las consecuencias.
La transgresión de género
El último tema importante de la película es el de la transgresión de roles sexuales. Al hilo de la historia, las dos heroínas abandonan sus vestimentas femeninas para adoptar una apariencia más masculina. La transgresión de sexo se produce igualmente por su comportamiento: quedan fuera de la ley y adoptan gestos y actitudes viriles. La película invierte finalmente las relaciones de sexo en el espacio, presentando a dos mujeres que se van a la «conquista del Oeste», mientras que los hombres las esperan en el hogar.
Película feminista
En las filmografías feministas, se ha definido a Thelma y Louise como una película eminentemente feminista.
Sin embargo, el alcance exacto de este carácter feminista provocó un cierto debate en el seno de los movimientos antisexistas. Algunos le reprochan que presente dos mujeres comportándose como hombres, o solo reaccionando en función de actos cometidos por hombres. Otros critican el hecho de que Thelma y Louise, aunque cometiendo delitos y tomando su revancha contra hombres, dan una mala imagen de las mujeres que se liberan de la opresión machista, lo que perjudica la causa feminista. Otros aún se interrogan sobre este carácter feminista a causa del final trágico de las dos heroínas. Sin embargo, Thelma y Louise es una de las pocas películas donde dos mujeres son los personajes principales y donde, además, se las muestra respondiendo a las injusticias que las rodean por el solo hecho de ser mujeres, tratando, desde una perspectiva feminista, diversas cuestiones vinculadas a las desigualdades entre mujeres y hombres, como la emancipación femenina y la violación. Además, cuando en la escena final Thelma y Louise se cogen la mano para saltar con el coche forman, en medio de la pantalla, un puño levantado, símbolo de contestación y de combate (social o político).
La película representó una catarsis para muchas mujeres, por el hecho de ver a las protagonistas reaccionar contra situaciones sexistas y de violencia sexual. Numerosas mujeres se reconocían desde entonces en esta «emancipación de las mujeres a través de sus escapadas», y consideran la obra como una película de culto. Hubo mujeres que en el 2001 fueron al Gran Cañón para conmemorar los diez años de la película y otras visitaron los lugares de rodaje.
Esta película también ha sido igualmente objeto de estudios y de publicaciones universitarias.
Carácter misándrico
Algunos han denunciado el carácter misándrico de Thelma y Louise, y consideran que la película es «anti-hombres» porque los presenta bajo su peor aspecto: un marido machista, un violador, un camionero obsceno. Algunos comentarios críticos decían cosas como: «Todos los hombres son unos malparidos (...). Hombres nefastos, viciosos, mezquinos, frustrados y brutales, que no paran de perseguirlas», «Es degradante para los hombres, con estereotipos patéticos de comportamientos en la testosterona enfadada», «Es una película contra los hombres, llena de odio».
Por otra parte, la película glorifica a las heroínas que tratan mal a estos hombres, las hace simpáticas y rehabilita su comportamiento, responsabilizando a los hombres de sus fechorías. La réplica del inspector al autoestopista: «Te consideraré personalmente responsable de una parte de lo que les pase» es citada para defender esta tesis.
Los miembros del equipo de la película, sorprendidos por estas acusaciones de misandria, comentaron la variedad de los personajes masculinos: además del marido machista, el violador y el camionero obsceno, se encuentra Hal, el policía comprensivo; J. D., canalla de poca envergadura, a la vez ladrón y seductor, o Jimmy, el hombre sensible, irascible pero bien intencionado, que acaba pidiendo a Louise matrimonio, sufriendo profundamente la ruptura pero respetando las elecciones de su compañera.
Entre los personajes de tercer orden está el dependiente honrado que sugiere a Thelma que compre el alcohol en un envase más grande. O el viejo con quien Louise intercambia sus joyas por su sombrero en una escena donde parecen compartir las mismas condiciones de vida en un lugar del fin del mundo y haber desarrollado espontáneamente una complicidad permitiéndoles comprenderse con una simple mirada. Inversamente, no todas las mujeres presentan su mejor aspecto. Si se exceptúan Thelma, Louise y la camarera (que, al principio, pide a Harlan que no moleste a sus clientes, antes de convencer a Hal de la inocencia de las dos mujeres), los personajes femeninos son presentados negativamente: en los lavabos del saloon hay una escena donde las mujeres se empujan ridículamente ante el espejo para peinarse y maquillarse, y la camarera del motel en Oklahoma hace una reflexión idiota y fuera de lugar a Louise, después de que Jimmy se haya ido.
Carácter violento
Una parte del público percibe a Thelma y Louise como una película muy violenta. Ciertas críticas evocan el «paroxismo de violencia gratuita» del que hacen gala las dos heroínas, consideran que tienen un «comportamiento sádico». Otros añaden que la película es una «expedición punitiva contra los hombres», y llegan a comparar a las protagonistas como unos «asesinos en serie». Geena Davis recordó que en esta película solo cuentan tres personajes: el violador y las dos protagonistas. Solo hay una escena con heridas y golpes en el momento de la violación, con los golpes que el agresor da a Thelma.
Calli Khouri cree que esta percepción de gran violencia es debida a una cuestión de prerrogativa de género. Para una mujer es normal ser dulce y simpática, mientras que la violencia sería una prerrogativa exclusivamente masculina. Como ejemplo, Khouri propone imaginar la escena de la tentativa de violación con un personajes masculino en lugar de Louise: un hombre intenta violar una mujer, el amigo de esta mujer interviene, acaba matando al violador, y después le dice: «Vámonos de aquí». Esta escena interpretada por un hombre sería simplemente trivial en una película de acción. En cambio, si está interpretada por una mujer, es percibida como mucho más violenta, hasta totalmente subversiva. Susan Sarandon añadió que la violencia de Thelma y Louise es de un nivel menor que en la mayoría de las películas de acción cásicas, donde el héroe es un hombre blanco. Y cita a Total Recall donde el personaje de Arnold Schwarzenegger mata a una mujer de un tiro en la cabeza, diciendo «considera esto como un divorcio», lo cual no levantó en absoluto la misma indignación que Thelma y Louise.
Dimensión lésbica
A pesar de que Thelma y Louise no sea propiamente una película lesbiana y que no haya estado concebida como tal, a veces se representa una dimensión homosexual. «Lo que demuestra que Thelma y Louise no era una película lesbiana de Ridley Scott, es la propia película. No estaba previsto, pero la película ha sido descifrada así. De hecho, las prácticas de reapropiación de películas no se sitúan solo del lado de la producción de imágenes. Son también lecturas político-sexuales: las lecturas alternativas de la cultura de masas, del cine straight. Estas lecturas desvían, sacan las películas del armario, apuntan la homosexualidad bajo la heterosexualidad, procuran al público gay el placer no despreciable de las películas straight. Son un juego consciente con las posibilidades de identificación que superan la película (...)», según Marie-Hélène Bourcier, por el hecho, además, de que las dos heroínas rompen su relación con sus compañeros respectivos, viven las aventuras que tienen, deciden acabar su periplo juntas, se intercambian un beso y finalmente se lanzan al vacío tomándose de la mano, dejando a todos los hombres detrás.
Ciertos detractores de Thelma y Louise invocan igualmente la supuesta homosexualidad de las heronías y añaden, generalmente, consideraciones lesbofóbicas como argumento suplementario para justificar su rechazo a la película.1868 La cinta ha sido acogida positivamente por los movimientos lesbianos. «Es la primera película que he visto donde se muestra realmente la verdad», dijo Mary Lucey, una activista lesbiana de Los Ángeles.
«Thelma & Louise live»
En los Estados Unidos, aún se pueden encontrar insignias y adhesivos con el lema «Thelma & Louise live» ("Thelma y Louise viven"). Su mensaje está cargado de mensajes simbólicos: hay quien ve el símbolo de dos mujeres fugitivas dirigiendo un último «corte de manga» al patriarcado, del triunfo de la vida sobre la muerte, del oprimido sobre la opresión, de la reivindicación de una justicia no sexista o de una inmortalidad de amazonas. Otros comparan la insignia con aquella que proclamaba «Jesus lives» ("Jesús vive") y le atribuyen una significación mística que quiere que la muerte física se vea sucedida por la vida eterna. De todas maneras, esta acción demuestra que, al cabo de los años del estreno de Thelma y Louise, los personajes viven en la memoria colectiva y que la película continúa con su dinámica, y genera significados nuevos a medida que otros espectadores la descubren en un nuevo contexto.