Marisela Escobedo Ortiz (Piedras Negras, Coahuila, 12 de junio de 1958-Chihuahua, Chihuahua, 16 de diciembre de 2010) fue una enfermera y activista social mexicana, asesinada mientras protestaba por el feminicidio de su hija ocurrido en el año 2008.
Marisela Escobedo Ortiz inició su activismo social en 2008, con motivo del asesinato en Ciudad Juárez de su hija, Rubí Marisol Frayre Escobedo, de 16 años de edad. Marisela Escobedo señaló entonces a la pareja de su hija, Sergio Rafael Barraza Bocanegra, como el asesino. Con recursos propios logró localizar a Barraza en Fresnillo, Zacatecas, donde fue detenido y trasladado a Ciudad Juárez. Allí este confesó la autoría del crimen y señaló el lugar de sepultura de los restos de Rubí Frayre en uno de los primeros juicios orales de la historia de México en donde la confesión no es suficiente. De esta manera, aun a pesar de la autoinculpación, los jueces declararon al asesino inocente por falta de pruebas y lo pusieron en libertad. Ello supuso un escándalo que trascendió las fronteras nacionales, convirtiéndose Marisela Escobedo en referente público de su denuncia.
Tras la sentencia absolutoria, Marisela Escobedo dejó su trabajo para dedicarse por completo a denunciar la impunidad por el asesinato de su hija, recabar pruebas y pedir que Sergio Rafael Barraza fuera detenido y llevado nuevamente a juicio. Así, Escobedo se dejó ver por las calles de Juárez con la foto del asesino confeso precintada a su cuerpo como única vestimeta, realizó incontables marchas de denuncia, peticiones a los gobernantes y recorrió Zacatecas buscando pistas del asesino.
Apelada la resolución, un tribunal de circuito revocó la sentencia absolutoria, declaró y sentenció a Barraza por asesinato, sin embargo, este no llegó a pisar la cárcel al permanecer prófugo de la justicia. Tras múltiples protestas ante los gobernadores José Reyes Baeza Terrazas y César Duarte Jáquez, Marisela Escobedo se instaló en la Plaza Hidalgo de la ciudad de Chihuahua, frente al Palacio de Gobierno, sede del gobernador.
Amenazada de muerte, Escobedo declaró:
"Si me va a venir este hombre a asesinar, que me venga a matar aquí, enfrente (del palacio de Chihuahua) para vergüenza del gobierno".
Así, en este sitio, el 16 de diciembre de 2010 fue asesinada en presencia de uno de sus hijos por un desconocido de un balazo en la cabeza según la prensa y gobierno.
El 7 de octubre de 2012, la Fiscalía General del Estado de Chihuahua capturó a José Enrique Jiménez Zavala «El Wicked» y lo presentó como el asesino de Marisela Escobedo. Sin embargo, el hijo de Maricela Escobedo y testigo del crimen, declaró públicamente que «El Wicked» no era el asesino de su madre y señaló a Andy Barraza, hermano de Sergio Rafael, como el autor material. En noviembre de ese mismo año, el fiscal de Zacatecas informó que el asesino de Rubí Marisol Frayre Escobedo murió en un enfrentamiento con el Ejército Mexicano.
El 30 de diciembre de 2014, «El Wicked» fue encontrado muerto en su celda. En un inicio, la fiscalía de Chihuahua señaló que había muerto por un infarto, pero días después confirmó que fue asesinado por otro reo.
Sergio Rafael Barraza, sentenciado por la muerte de Rubí Marisol Frayre y autor intelectual del asesinato de Marisela Escobedo, jamás pisó la cárcel porque la fiscalía de Chihuahua no pudo hacer cumplir la orden de aprensión en su contra y murió antes de ser juzgado por el segundo homicidio. Los jueces, Catalina Ochoa Contreras, Rafael Boudib Jurado y Netzahualcóyotl Zúñiga Vázquez que, en primera instancia, absolvieron al asesino de Rubí Marisol fueron suspendidos de sus funciones y enfrentarían un juicio político pero, antes de iniciarse, renunciaron a sus puestos para evadir el proceso en su contra. Actualmente dos de ellos tienen cargos públicos.