Amira Hass (Jerusalén, 28 de junio de 1956) es una periodista y escritora israelí conocida principalmente por sus artículos en el diario Haaretz. Ha obtenido un especial reconocimiento por su información en torno a asuntos relativos a los palestinos tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza, donde ha vivido parte de su vida.
Amira Hass es hija única de dos supervivientes del Holocausto. Su madre, Hannah, una judía sefardí original de Sarajevo, luchó con los partisanos de Tito y sobrevivió nueve meses en el campo de concentración de Bergen-Belsen, mientras que su padre Avraham fue un judío asquenazí de origen rumano que pasó cuatro años en el gueto de Transnitria. Ambos emigraron a Jerusalén, pero rechazaron una casa que les ofrecieron alegando que "no podemos coger la casa de otros refugiados", en referencia a los palestinos que tuvieron que huir o fueron expulsados tras creación del Estado de Israel. Hass nació en Jerusalén y estudió en la Universidad Hebrea de dicha ciudad, especializándose en Nazismo y en la relación de la izquierda europea con el Holocausto. Al comienzo de su carrera viajó ampliamente y trabajó en diversos empleos, como profesora o limpiadora.
Durante la década de los ochenta, Amira Hass vivió unos años en Ámsterdam, donde contrajo matrimonio. Adquirió fluidez con el lenguaje neerlandés y se relacionó con varios grupos izquierdistas, feministas y de judíos disidentes. Su matrimonio terminó en ruptura y Hass volvió a Israel, pasando a trabajar como profesora.
Hasta 1989, Hass escribió esporádicamente para revistas izquierdistas de poca tirada, permaneciendo por lo general desconocida para el gran público. Su carrera periodística tomó un impulso dicho año gracias a la Revolución Rumana; Haaretz buscaba un corresponsal urgentemente y los orígenes parcialmente rumanos de Hass, así como un cierto dominio de la lengua rumana y una plena disponibilidad le abrieron las puertas de este trabajo cuando apenas llevaba tres meses trabajando en el diario. Sus reportajes en profundidad sobre la situación en Rumanía adquirieron notoriedad y le ganaron un puesto como editora de Haaretz.
En 1990 se unió a un grupo israelí que ayudaba a los trabajadores palestinos que eran engañados por sus empleadores israelíes. Frustrada por lo que ella consideraba una deficiente cobertura de la Primera Intifada por parte de los medios israelíes, Amira Hass se trasladó a los territorios palestinos en 1991 y comenzó a realizar sus reportajes desde allí. En diciembre de 1993 se instaló en Gaza y desde 1997 vive en Ramala, Cisjordania, convirtiéndose en la primera y única periodista israelí residente en Palestina. En más de una ocasión ha expresado su opinión de que "igual que se debería informar de Inglaterra desde Londres o de Francia desde París, los reportajes sobre Palestina deberían ser desde Palestina".
Sus reportajes tienden a simpatizar con el punto de vista palestino y a ser críticos con las políticas del gobierno israelí hacia los palestinos. Sin embargo, durante los años de la Segunda Intifada, Hass publicó varios artículos sumamente críticos con el caos y el desorden causados por las milicias asociadas al partido Fatah de Yasser Arafat, así como sobre la sangrienta guerra librada por distintas facciones palestinas en Nablus.
Sus reportajes y su asunción de opiniones que van contra las posturas oficiales tanto de israelíes como de palestinos ha llevado a Hass a sufrir numerosos ataques verbales y a enfrentarse a la oposición tanto de las autoridades israelíes como de las palestinas. En 2006 comparó las políticas israelíes con la población palestina con las políticas sudafricanas durante el Apartheid, afirmando que "los palestinos, como pueblo, se encuentran divididos en subgrupos, algo que es también reminiscente de la Sudáfrica del Apartheid".
En septiembre de 2014, Amira Hass asistió a una conferencia en la Universidad de Birzeit organizada por la Fundación Rosa Luxemburgo y el Centro para el Desarrollo de Estudios de la universidad. Sin embargo, una vez allí, dos ponentes le pidieron que se fuese esgrimiendo una norma de la universidad que prohibía la presencia de israelíes (algo que ella entendió como israelíes judíos). La universidad emitió posteriormente un comunicado afirmando que "la administración no tiene nada contra la presencia de la periodista Hass".